miércoles, 12 de diciembre de 2007

Miedo a volar

Por cuestiones que no vienen al caso, un servidor tiene la obligación de volar de vez en cuando. Para un hombre como yo, escéptico por naturaleza y familiar de Pirrón y de Sexto Empírico, creer que una mole de tropecientas toneladas puede elevarse a diez mil metros con la única ayuda de dos motores rolls royce es ya mucho creer.

Además como uno nació rojiblanco pero también de letras (no puras sino cerradas) todas aquellas fórmulas de aceleraciones, gravedades y parábolas siempre me parecieron pasatiempos precursores de los sudokus (definitivo invento para que las mentes más pródigas pudieran explayarse y cubrir sus aspiraciones de ejercicio mental en todo momento y circunstancia).

Bueno, pues sí, volar no me gusta... y es antinatural, volar vuelan las aves porque tienen plumas y las mariposas porque pesan menos que el aire pero los señores con bigote pues no volamos o no deberíamos, que ya está bien de desafiar tan airadamente al Creador.

Lo lógico es que los vuelos sean cortos y lo que más acongoja es despegar -sobretodo cuando vas a toda leche por la pista a punto de elevarte con la poca estabilidad que muestran los airbus en eso de correr- y aterrizar –con los alerones en todo lo alto y ese sonido de fuerza contenida-. A veces, durante el vuelo el avión da como saltitos y eso también da congoja y cuando se mueve, cuando vibra cosa mala... qué miedo.

El otro día el Prat estaba muy ventoso y no las tuve todas conmigo, el avión se movía como si lo pilotara un abuelo con parkinson y cuanto más nos acercábamos a tierra más se complicaba la cosa, y yo veía como estábamos casi en la pista y aún dábamos bandazos y tuve claro que el ala tocaría tierra antes que el resto del aparato y nos piñaríamos, ¡vaya que sí nos íbamos a piñar!... y miraba exhorto a la gente que vivía ajena al peligro y yo, devoto, rezaba... y al final no pasó nada pero pensé... nunca más.

Luego, más tarde, pasé mis recuerdos del no-incidente por el filtro rojiblando y me dije: -mira, como el Atleti, tienes miedo a volar, a volar alto. Y se me ocurrió escribir esto que sigue.

Tan castigado está el Atleti que no sabiendo ganar durante todos estos años tampoco lo sabe hacer ahora. El equipo es tercero a un punto del segundo y con las visitas más difíciles (Madrid y Barcelona) hechas y, aún así, todo pinta más a funeral que a rotunda celebración.

Este artículo (es decir, el hecho de hacer un artículo por la buena marcha del equipo) es la prueba inequívoca de que el éxito nos produce vértigo y de que estamos tan acostumbrados a fracasar que la mera sensación de triunfo siempre tiene visos de ser efímera y preludio del batacazo.

De esta manera, hasta las ruedas de prensa de Aguirre parecen un homenaje continuo a la prudencia como la virtud cardinal más importante. Nada de sacar pecho, ningún resquicio a la autocomplacencia, ni una loa, ni una alabanza,... las declaraciones de Aguirre son de una alerta permanente y de una crítica severa, propia de la autoexigencia más enfermiza. Ni una frase prepotente contra las impertinentes y ridículas preguntas de los periodistas sabidillos... ni un atisbo de chulería, ni una pizca de altanería.

Tan solo Cerezo ha salido al paso con sus típicas y tópicas declaraciones acerca de las aspiraciones rojiblancas... y todos hemos padecido un amago de angina de pecho... -¡Cállate por Dios que cada vez que hablas sube el pan! Aún así, este equipo parece inmune al infausto augurio de nuestro “ínclito” presidente.

Eso sí, la afición está al límite, la venta de tilas y marialuisas se ha multiplicado por diez y ahora la gente ya no se ve el partido apoyado en la barra con una birra sino dándole la espalda al receptor televisivo y mordiéndose las uñas, los padrastros y hasta las pielecillas de los dedos. ¡Jesús, qué padecer, cuánto sufrimiento! ¿Valdrá la pena? La gente ya no se toma unas copas antes de los partidos, ni se hacen unos petas a la media parte, la gente, directamente, viene con puñados de tranxiliums y diacepanes, eso sí, por prescripción médica. –¡Ah!, ¿del atleti? Tómese dos antes del partido, dos a la media parte y dos al final... si se quedan con diez, les pitan un penalti o si van empate a poco del final... se toma usted unos cuantos más... eso sí, no los mezcle con alcohol... tome, le receto unos pocos más por si hubiera alguna urgencia en la grada.

El equipo está más o menos igual, sale tranquilo, a jugar, a rasear, a buscar al Kun o a Simao y marca pronto y se acabó... porque o se hunde en defensa y se dedica al ataque histérico y ansioso (véase Sevilla, Valladolid, Villarreal) o se cierra y renuncia a todo con el único objetivo de ganar como sea (véase Levante, Betis, Getafe). Y así, el Atleti se convierte en su único y gran enemigo.

El equipo se auto-exige de tal manera que se empeña en hacer las cosas de la forma más complicada y eso, nos pasa factura (véase Madrid y Barça). Se quiso ganar a los grandes fuera y jugando de tú a tú; al mismo tiempo que se quiere ganar a los pequeños sin jugar al fútbol (véase Murcia y Almería) y esto rompe a cualquiera... menos al Atleti, al menos, de momento.

Estamos tan acostumbrados al fracaso, a la pifia, al descalabro, a la desilusión, al traspié, a la desgracia, al infortunio, a la desdicha, a la desventura, al revés, a la frustración, al desliz... (podría seguir no duden) que nos da miedo mirar alto, nos da miedo volar.

5 comentarios:

FERNANDO SANCHEZ POSTIGO dijo...

No debemos tener miedo a luchar la Liga. Aunque hay que ser prudentes y no caer en la chulería madridista. Tenemos equipo para luchar hasta el final por cualquier título. Luego, se puede ganar o perder, pero hay que estar en la pomada hasta el final.

un abrazo.

Anónimo dijo...

Sí que es cierto, se ha sufrido tanto en estos últimos años que parece que la situación de mediocridad durará toda la vida.

Anónimo dijo...

ASCO DE VICTIMISMO... FORZA ATLETI! COÑO... QUE TIEMBLEN LOS VIKINGOS... JODER! VAMOS A GANAR LIGA Y COPA.. DOBLETE!!!!!!!!!!!

atletista sin solución dijo...

No nos lo terminamos de creer y más cuando otros años nos han vendido la moto con que teníamos una buena plantilla, y les hemos comprado la moto, por supuesto.

Pero, este año, la moto tiene muy buena pinta, es una Harley auténtica sólo hace falta ponerla a punto y cuidarla. Y luego, a disfrutar.

Saludos.

Anónimo dijo...

Si el Atleti mantiene el pistón de aquí a final de la primera vuelta, podemos llegar al Madrid-Atleti del 20E a dos puntos de los blancos y con opciones de superarlos.
¿Alguien sueña con un Atleti como líder en esa fecha?
YO SÍ!!
¡¡¡Volemos alto!!!