Atleti 4 Valladolid 3

Otra vez a las cinco (o a las 17:00 para ser más profesional). Otra vez ese supremo esfuerzo de salir de casa con la comida en la boca del estómago para ir, a la otra casa, donde los que se sientan a tú lado, generalmente, no son familia aunque puedes tener bronca con ellos como si lo fueran. Y el esfuerzo cuando te vas dirigiendo al estadio se hace mínimo aunque el metro esté atestado y haya que acelerar el ritmo para no llegar tarde y que no te miren mal los compis de grada. Esos pensamientos repetitivos en el metro, dándole vueltas a lo que se va a hacer hoy.

“¿Ganaremos? ¿Perderemos?, ¿Tendremos un insulso empate contra los de Pucela? ¡No joder hoy hay que ganar! ¡Sí sí sí! Bueno no sé, estos vienen muy chulitos que si dicen que van a dar la sorpresa, que si es factible ganarnos... ¿Quién coño se han creído estos del Valladolid que siempre se acojonan cuando juegan contra los vikingos? ¿Vienen aquí como al Bingo a ver si hacen línea o pleno? Su entrenador, su secretario técnico que es nuestro querido Caminero y hasta unos cuantos cientos de aficionados, de momento la representación más grande del equipo rival que ha pasado por el Calderón este año". Uf, uf que llego.

Sí, llego fatigado pero llego antes de que empiece. Me da tiempo de ver como los nuestros se conjuran en un corrillo en el centro del campo. Que bonito. Nos calzarán los 4 goles de siempre y el equipo parecerá con el mismo orden que si corrieran la Maratón de Nueva York, pero es bonito. Y el Valladolid después de verlo no sé como no se meten a la caseta y dicen que jueguen otros. Será que han visto los ojos de Ze Castro y esto les ha infundido valor.

Dos minutos ‘na más'. La gente aún subiendo por las escaleras y Maniche, de punterita y al palo corto cuela el primero de la tarde. Que despiporre oiga. Los que han jugado al fútbol de pequeños seguro que alguna vez han oído eso de ¡oyeeeeee que con la puntera no vale! pero Maniche es un crack y mete la puntera y lo que haga falta, y aunque las malas lenguas dicen que está jugando mejor porque quiere ir a la Eurocopa es mentira podrida. Maniche lo que quiere es ver al Calderón feliz y éste por vernos felices hace lo que sea. Gracias “carapan”. Luego Maniche y el resto debieron pensar que eran demasiadas emociones para la hora de la digestión y decidieron darnos siesta.

Zzzzzz. Zzzzzzz. Zzzzzz. ¡Coñoooo que los del Valladolid cruzan el centro del campo, que sí, que sí! ¡Coño, Gol! Pues sí. No sé cómo han podido encontrar un resquicio en nuestra muralla defensiva, pero lo han hecho. En concreto creo que ha sido dando tres pases. ¡Qué científicos estos castellanos viejos! Nos tienen estudiados al milímetro. Nada, van los tíos dan tres pases y nos meten un gol. Y la numerosa afición del Valladolid empieza a tocar las narices. Y claro eso cabrea al Frente, que estaba de siesta, y demuestra quienes son los locales. El ruido de las hinchadas me desvela al borde del descanso. Cuando me quiero dar cuenta el arbitro ha pitado el final del primer tiempo ¡Qué narices tiene el asunto!... estos se van al descanso cuando no han hecho otra cosa durante el primer tiempo. Excepto el 9 de los del Valladolid. Que panzada de correr se ha dado.

A principios de la segunda parte el Valladolid se empeña en seguir cruzando nuestro mediocampo y claro así es que es imposible. Nos meten el segundo. Y luego vamos nosotros y al poco empatamos. Lo hace Maxi, que siempre aparece donde nadie se lo espera, después de que tres de los nuestros la dejen pasar al borde del área. Buena jugada. Pero no, esto no se acaba aquí, el Valladolid descubre a uno de los nuestros que no es lateral y que se llama Valera o Varela o como sea y carga por allí y es entonces cuando Ze Castro hace un homenaje a un familiar suyo portugués que una vez pasó por Valladolid y regala el tercero. Pero aquí no pasa nada porque Maxi hace el empate a 3 casi después de sacar de centro. Y yo claro ya no sé si cabrearme o alegrarme, porque cuando aún sigo cabreado por el gol del Valladolid van estos y empatan y así es imposible, y empiezo a temer por mi natural estabilidad de carácter. ¿Me cago en sus muertos o me voy de fiesta?

-Pucela me la pela, grita el Frente. Levantan el campamento en el fondo sur, recogen las camas, airean los vomitorios, se desperezan y alguno hasta se toma un cafecito. Y empiezan a gritar. Y el árbitro echa injustamente a ese chaval que no es lateral y la grada pita injustamente a ese chaval y ya estamos con 10 y echando las culpas a alguien que no las tiene. Como siempre disparamos contra quién no lo merece. Que salga Pitarch de lateral ¡que cojones!. Y Aguirre, que a mi me da que ya se la pela casi todo, decide poner al chico para todo venido del Osasuna de central porque ve que lo de Ze Castro no tiene solución. Y, cómo no, Raúl García lo hace bien. No me dedico a representar a este jugador pero lo haría hasta gratis porque se vende sólo.

Ponemos defensa de tres y escucho a uno del senado rojiblanco, que se sienta detrás de mi, decir que Aguirre es un cagón y que le vamos a tener que llamar Aguirre-Irureta. Y por un momento me acuerdo de como jugaba ese Super-Depor de Irureta que mareaba al Manchester y pienso que ojalá. Paso de contestarle, son los nervios.

El final ya lo sabemos. El Valladolid se suicida con un gol en propia puerta aunque a decir verdad iban Agüero y otro más como locos a rematar ese pase templadito y complicado de Forlán. Con 10 y con un Valladolid que daba por bueno el empate, el equipo estuvo hasta el final intentando dar a la parroquia rojiblanca la ración de goles a la que estábamos acostumbrados. Me apresuro por las escaleras porque quiero ver en algún bar cercano el partido de fútbol sala entre España e Italia en la final del europeo. Lo hago consciente de que veré menos goles que en el partido al que acabo de asistir, y así es: España-3 Italia-1.